Información básica
El Urundey’mi, conocido científicamente como Myracrodruon urundeuva (pronunciación aproximada: mee-rah-kroh-DRU-on oo-roon-DE-oo-vah), es un árbol de gran relevancia en los ecosistemas de Sudamérica, valorado por la excepcional dureza de su madera y sus propiedades medicinales. Su nombre común es Urundey’mi, Urundey, Urundeuva, Aroeira, Falso-Barbatimão y el científico Myracrodruon urundeuva Allemão. Pertenece a la familia botánica Anacardiaceae (familia del anacardo o marañón).
Es nativo de América del Sur, con una distribución que abarca Brasil (especialmente el noreste y centro-oeste), Bolivia, Paraguay y Argentina. En Paraguay, se encuentra en la Región Oriental y en el Chaco, formando parte de diversos tipos de bosques, desde secos hasta semi-húmedos.
Puede alcanzar alturas de 10 a 25 metros, y ocasionalmente hasta 30 metros en condiciones óptimas. El diámetro del tronco varía entre 40 y 90 cm, pudiendo superar el metro. La copa es irregular, abierta y extendida. Es un árbol de larga vida, pudiendo vivir varios siglos.
Características físicas:
El tronco es generalmente recto y cilíndrico. La corteza es de color pardo grisáceo oscuro a negruzco, fisurada longitudinal y transversalmente, con aspecto rugoso y escamoso, desprendiéndose en placas irregulares. Al ser dañada, exuda una resina rojiza oscura o negruzca.
Es una especie caducifolia, perdiendo sus hojas en la estación seca o fría. Las hojas son alternas, compuestas, imparipinnadas (con un número impar de folíolos), de 15-25 cm de largo, con 7 a 13 folíolos. Los folíolos son ovado-lanceolados a elípticos, de color verde oscuro brillante en el haz y más pálidos en el envés, a veces con el margen ligeramente aserrado. Las hojas nuevas tienen un tono rojizo.
Las flores son muy pequeñas, unisexuales (árboles dioicos, con flores masculinas y femeninas en diferentes árboles), de color blanco a crema-amarillento, agrupadas en panículas terminales o axilares. La época de floración principal es a fines de invierno y principios de primavera (agosto-octubre en Paraguay). Poseen un aroma suave, ligeramente dulce, que atrae a abejas.
Los frutos son pequeñas drupas ovoides o globosas, de color rojo oscuro a púrpura negruzco cuando maduras, de 3-5 mm de diámetro, envueltas en un cáliz persistente y carnoso de color rojizo. Contienen una única semilla pequeña. Maduran desde primavera hasta el verano (octubre-diciembre en Paraguay). Los frutos no son comestibles para humanos.
La copa es abierta, irregular y extendida, con ramas gruesas y algo tortuosas, proporcionando una sombra moderada. La silueta es robusta.
Condiciones de crecimiento:
Se adapta a climas tropicales y subtropicales, con una estación seca definida. Es tolerante a la sequía y a las altas temperaturas. No tolera heladas severas, pero soporta heladas ligeras.
Es muy adaptable y crece en una amplia variedad de suelos, incluyendo suelos rocosos, arenosos, arcillosos y degradados, siempre que tengan buen drenaje. Prefiere suelos con pH neutro a ligeramente alcalino.
Es una especie extremadamente tolerante a la sequía una vez establecida, lo que le permite sobrevivir en regiones con largos períodos sin lluvias. El buen drenaje es crucial, ya que no tolera el encharcamiento prolongado. Requiere pleno sol para un crecimiento óptimo en todas sus etapas de desarrollo. No tolera la sombra. Es un árbol de crecimiento lento a moderado, especialmente en condiciones de estrés hídrico o edáfico.
Usos y beneficios:
Su madera es extremadamente dura, pesada, resistente y muy duradera, incluso en contacto con el suelo o el agua. Es altamente valorada para postes, durmientes de ferrocarril, estructuras pesadas, puentes, vigas, carpintería exterior, pisos, y leña (produce un carbón de excelente calidad). La corteza, hojas y resina tienen un amplio uso en la medicina tradicional sudamericana por sus propiedades astringentes, antiinflamatorias, cicatrizantes y antimicrobianas. Se utiliza para tratar úlceras, inflamaciones, diarreas, y problemas ginecológicos. Es una de las plantas medicinales más estudiadas de la región. La corteza es rica en taninos, utilizada para curtir cueros.
Se utiliza como árbol ornamental en parques y grandes espacios abiertos, especialmente en regiones secas, por su resistencia, su corteza atractiva y su follaje.
Es una especie clave en los ecosistemas de los que forma parte, contribuyendo a la biodiversidad y al mantenimiento del suelo. Su resistencia a la sequía lo hace adecuado para programas de reforestación en zonas áridas y semiáridas. Proporciona hábitat y alimento (flores para polinizadores) a diversas especies de fauna.
El principal producto comercial es su madera, muy solicitada en la industria de la construcción pesada y carpintería. La corteza es una fuente de taninos. También se utiliza para la producción de carbón.
Información práctica:
Es relativamente fácil de propagar por semilla, aunque las semillas pueden requerir un pretratamiento (escarificación o remojo) para mejorar la germinación.
Es un árbol robusto que requiere poco mantenimiento una vez establecido, gracias a su adaptabilidad y resistencia. Es una especie altamente resistente a plagas y enfermedades, incluyendo el ataque de termitas. Esta resistencia contribuye a la durabilidad de su madera.
Dada su resistencia a la sequía y su capacidad de crecer en suelos pobres, puede tener cierta tolerancia a las condiciones urbanas. Sin embargo, su gran tamaño y su fuerte sistema radicular hacen que sea más adecuado para parques grandes, plazas amplias o áreas verdes extensas, donde no cause problemas a infraestructuras.
La mejor época para la plantación es al inicio de la temporada de lluvias (primavera-verano en Paraguay), para asegurar un buen establecimiento de las plántulas.
Datos curiosos y culturales:
El Urundey’mi es un símbolo de resistencia y dureza en las culturas de la región, debido a la excepcional calidad de su madera. También es valorado por sus propiedades medicinales tradicionales.
Su longevidad y tamaño lo convierten en un árbol venerable en los paisajes donde habita.
Curiosidades biológicas únicas de la especie
Su madera, extremadamente dura y densa, es una de las más resistentes a la intemperie y a la biodegradación en la región. La exudación de resina rojiza oscura al dañar la corteza es una característica distintiva. Su gran capacidad de adaptación a condiciones de sequía lo hace una especie clave en bosques secos.






